Infierno
Exposición anterior
Herbert Spencer —filósofo inglés— percibía la sociedad como un organismo vivo, un organismo social que evoluciona. Es en esta constante transformación cuando sistemas de creencias con normas inamovibles, difícilmente pueden responder a la sociedad. Debido a que no les es posible cambiar lo suficiente de acuerdo a las necesidades del ser humano. Un claro ejemplo es la religión.
Desde su sentido latino, el término religare se refiere a la religación del ser humano con una determinada divinidad o cualquier otra realidad. De ahí que la religión cumple con la función social de aportar sentido y dar esperanza ante la adversidad. No obstante, así como contribuye al desarrollo de las potencias humanas, tiene la capacidad de paralizarlas, e inclusive anularlas.
Es aquí donde cobra relevancia la construcción social del infierno: el mecanismo de control usado por excelencia por la iglesia. Un lugar de castigo y condenación donde irán los réprobos al finalizar su vida; un lugar sin redención, sin esperanza. Infierno es una exposición que cuestiona y contesta a aquellos factores que ya no están vigentes en nuestra sociedad. Reúne apropiaciones gráficas de simbolismos que hoy carecen de sentido. Y le da espacio a manifestaciones que dialogan con un sistema de creencias que ha dejado de darle respuestas al ser humano.